ULTIMAS SEMANAS las actas de dicha reunión, que reproduce en parte José Peirats (30), el secretario del Comité Nacional de la C.N.T., Mariano R. Vázquez, dijo: «Afirma que existen dos interpretaciones: la de la F.A.I., que no quiere que estemos en el gobierno, y la nuestra, que no queremos estar en la oposición.» Aún más, Vázquez defendió al gobierno Negrin «por su enfrentamiento con el Partido Comunista y por sus éxitos militares», lo cual muestra hasta qué extremo se hallaba alucinado, tomando el rábano por las hojas, pues a nadie con un mlnimo de sentido común se le podla ocurrir afirmar que, a últimos de octubre de 1938, Negrln se enfrentaba a los comunistas y lograba éxitos militares. Peirats comenta atinadamente: «La colaboración ministerial unció a la C.N.T. a su Comité Nacional y a éste al carro del presidente del Consejo» (31). Los máximos dirigentes de la C.N.T., a fuerza de esforzarse en ser realistas hablan caldo en el mayor de los irrealismos, que consiste en creer que las cosas son como se quiere que sean 'y no como son en realidad. Una prueba más de ese irrealismo lo tenemos en la declaración de un delegado de dicho Comité Nacional en otro Pleno que tuvo lugar en Valencia, los dlas 10 y 11 de febrero de 1939, que también transcribe Peirats: «Al caer Tarragona en manos del enemigo se pensó, por parte del Movimiento Libertario, en ampliar el actual Gobierno, incorporando a él personalidades pollticas como Martlnez Barrio, Companys y otros. Conviene hacer resaltar que este criterio era ostentado por Mariano Vázquez, Federica Montseny, Garcla Oliver y otros. Pero los individuos afectados no aceptaron tal responsabilidad>> (32). Indudablemente, los Martinez Barrio y Companys tenlan mayor sentido politico, incluso mayor sensatez, por lo que no podlan prestarse a algo tan descabellado como uncir su destino a un Gobierno en plena derrota y en total descomposición. Todo incita a considerar que el máximo organismo de la C.N.T. habla juntado su destino al del propio Negrln. Según Peirats. en los postreros meses de la guerra civil el movimiento libertario se hallaba dividido en dos tendencias: «La representada por el Comité Nacional de la C.N.T. era eminentemente fatalista; la del Comité Peninsular de la F.A.I. representaba una reacción tardla contra este fatalismo» (33). Toda- (30) José Pelrats: La · C.N.T. en la revolución española, tomo III. Ruedo Ibérico, París, 1971, pág. 243. (31) Ibídem, pág. 254. (32) Ibídem, pág. 282. (33) Ibídem, pág. 255. ,22
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