Interrogations - anno I - n. 1 - dicembre 1974

ÜLTIMAS SÉMANAS aunque sea a grandes rasgos, las actuaciones de comunistas y libertarios, además de la de los militares republicanos. LOS COMUNISTAS.-Algunos de sus principales dirigentes -otros, como hemos visto, se quedaron en Francia tras la pérdida de Cataluña- regresaron a la zona Centro-Sur con un propósito bien definido: preparar a marchas forzadas la evacuación de sus mejores cuadros y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible para que la responsabilidad de la liquidación de la guerra recayese sobre los demás. Su estancia en Madrid fue breve, pues el ambiente de la capital no les era propicio, ni tampoco resultaba lugar apropiado para sus planes. Prefirieron situar su cuartel general en la provincia de Murcia, mientras sus militares -los Modesto, Lister, Cordón, etc.- acompañaban a Negrin en su residencia de Elda. bautizada «Posición Yuste», quizá para darle un mayor aire guerrero. Dias después se juntaron todos en este último lugar, que les ofrecia la gran ventaja estratégica de contar con un aer(>dromo y varios aviones dispuestos a partir en cualquier instante. Tagüeña dejó constancia del abandono ele la capital de España por parte de los dirigentes comunistas: «Negrin, de visita a Madrid, nos reunió en su palacio de la Presidencia, en La Castellana, a los jefes militares y comisarios venidos de Cataluña. Agradeció que hubiéramos regresado y tuvo para nosotros palabras amables, pero nada concreto nos dl.io sobre la forma en que pensaba utilizarnos. En seguida, dejó la capital para no volver más y pronto lo siguieron los dirigentes comunistas, excepto Pedro Checa. También se marcharon Modesto, Lister, Castro, López Iglesias y Rodriguez, para estar cerca del Gobierno. Tampoco estaban en la capital el delegado de la Internacional Comunista, Togliatti, Ercoli para nosotros, y su ayudante, el húngaro Stepanov. Madrid era como una trampa que todos trataban de dejar, mientras la puerta estuviera entreabierta» (23). Todos, o sea los comunistas. Lister, por su parte, es aún más explicito: «En las reuniones de la primavera y el verano 1939 en Moscú, yo sostuve que los miembros del Buró politico que estaban en la zona Centro-Sur también hablan dado la guerra por perdida al caer Cataluña. Sólo asi puede explicarse que se encerraran en Elda y nos dieran a algunos jefes militares que hablamos ido de Francia la orden de encerrarnos también alli, lejos de los frentes, donde estaban las fuerzas militares, y de los grandes centros industriales donde estaban las masas obreras, ·y, sobre todo, lejos de Madrid, que (23) Manuel Tagüeña: Testimonio de dos guerras. Ediciones Oasis, México, 1973, pág. 3~6. 18

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